El ensayo es un género literario dentro del más general de la didáctica. Su estructura es flexible y debe deleitar al lector mientras se expone una interpretación de un tema (humanístico, filosófico, político, social, cultural, deportivo, etc) sin que sea necesario usar un aparato documental, de manera libre, asistemática y con voluntad de estilo. Se trata de un acto de habla perlocutivo.
Lo primero que hay que tomar en cuenta para realizar un ensayo es la lógica, para que se dé una organización y buena presentación de las ideas, es decir, ir de los hechos a las conclusiones, para así convencer al lector. El escritor puede utilizar dos tipos de razonamiento:
La lógica inductiva, en donde se empieza el ensayo mostrando ejemplos concretos para luego deducir de ellos las afirmaciones generales. No sólo debe
elegir bien sus ejemplos sino que también debe presentar una explicación clara al final del ensayo.
La lógica deductiva, es donde se empieza mostrando afirmaciones generales, las cuales documenta progresivamente por medio de ejemplos concretos. Se debe explicar la tesis con gran claridad y, a continuación, debe utilizar transiciones para que los lectores sigan la lógica/argumentación desarrollada en la tesis.
En el apartado donde se da a conocer el tema y el objetivo del ensayo es en la introducción, puede también explicar el contenido y los subtemas o capítulos que abarca, así como los criterios que se aplican en el texto, igualmente el autor puede mostrar sus razones por las cuales considera importante aproximarse a dicho tema, y también presentar el problema que se plantea al cual vamos a abocar nuestros conocimientos, reflexiones, lecturas y experiencias, por lo general es el 10% del trabajo lo que ocupa la introducción. En la mayoría de las veces, sin embargo, el ensayo plantea un tema bastante genérico como para adentrarse en él con toda la libertad del que divaga con sus opiniones y creencias, pero paseando a través de un territorio desconocido.
En donde se contiene la exposición y análisis del mismo es en el desarrollo, también se plantean las ideas propias y se sustentan con información de las fuentes necesarias: libros, revistas, Internet, entrevistas y otras. Constituye el 80% del ensayo. En él va todo el tema desarrollado, utilizando la estructura interna: 60% de síntesis, 10% de resumen y 10% de comentario.
En la conclusión se plasman las propias ideas sobre el tema, se permite dar algunas sugerencias de solución, cerrar las ideas que se trabajaron en el desarrollo del tema y proponer líneas de análisis para posteriores escritos. Contemplan el otro 10% del ensayo.
Para comenzar, busca información del tema de diversas fuentes, posteriormente realiza una lista de ideas relevantes. Deja el título para el último, debe de ser atractivo, y primero escribe un borrador y de ahí comienza a refinar las ideas y editar el léxico. Esta tarea es más simple y eficiente en un procesador de texto. No descuides la parte técnica de tu ensayo (gramática, aspectos prácticos, ortografía, organización y estructura de las oraciones y párrafos). Expresa claramente el tema y objetivo del ensayo en el primer párrafo del trabajo, resaltando el tema principal e identificando los datos que a su vez establecerán el contexto del ensayo. Esto ubicará el tópico en un ámbito determinado, señalando así los precisos límites del tema. Por ejemplo; “Consideremos tan solo las condiciones ambientales que afectan la escasez de agua, pues no es necesario enumerar las torpezas del gobierno.” En este ejemplo establecemos un tema principal que puede abarcar varios elementos subordinados y en forma definitiva excluimos otros. Ordena los datos en forma lógica y cerciórate de que la fluidez y sentido del desarrollo conduzcan a las conclusiones de modo unívoco. Es decir, que el conjunto de elementos en el desarrollo, nos lleva a las mismas conclusiones. N o se recomienda usar palabras raras, o largas que puedan aburrir al lector, usar un vocabulario extenso en variedad, con fluencia conversacional, y repleto de palabras simples, al terminar puedes solicitarle a alguien que revise tu ensayo.
Lo primero que hay que tomar en cuenta para realizar un ensayo es la lógica, para que se dé una organización y buena presentación de las ideas, es decir, ir de los hechos a las conclusiones, para así convencer al lector. El escritor puede utilizar dos tipos de razonamiento:
La lógica inductiva, en donde se empieza el ensayo mostrando ejemplos concretos para luego deducir de ellos las afirmaciones generales. No sólo debe
elegir bien sus ejemplos sino que también debe presentar una explicación clara al final del ensayo.
La lógica deductiva, es donde se empieza mostrando afirmaciones generales, las cuales documenta progresivamente por medio de ejemplos concretos. Se debe explicar la tesis con gran claridad y, a continuación, debe utilizar transiciones para que los lectores sigan la lógica/argumentación desarrollada en la tesis.
En el apartado donde se da a conocer el tema y el objetivo del ensayo es en la introducción, puede también explicar el contenido y los subtemas o capítulos que abarca, así como los criterios que se aplican en el texto, igualmente el autor puede mostrar sus razones por las cuales considera importante aproximarse a dicho tema, y también presentar el problema que se plantea al cual vamos a abocar nuestros conocimientos, reflexiones, lecturas y experiencias, por lo general es el 10% del trabajo lo que ocupa la introducción. En la mayoría de las veces, sin embargo, el ensayo plantea un tema bastante genérico como para adentrarse en él con toda la libertad del que divaga con sus opiniones y creencias, pero paseando a través de un territorio desconocido.
En donde se contiene la exposición y análisis del mismo es en el desarrollo, también se plantean las ideas propias y se sustentan con información de las fuentes necesarias: libros, revistas, Internet, entrevistas y otras. Constituye el 80% del ensayo. En él va todo el tema desarrollado, utilizando la estructura interna: 60% de síntesis, 10% de resumen y 10% de comentario.
En la conclusión se plasman las propias ideas sobre el tema, se permite dar algunas sugerencias de solución, cerrar las ideas que se trabajaron en el desarrollo del tema y proponer líneas de análisis para posteriores escritos. Contemplan el otro 10% del ensayo.
Para comenzar, busca información del tema de diversas fuentes, posteriormente realiza una lista de ideas relevantes. Deja el título para el último, debe de ser atractivo, y primero escribe un borrador y de ahí comienza a refinar las ideas y editar el léxico. Esta tarea es más simple y eficiente en un procesador de texto. No descuides la parte técnica de tu ensayo (gramática, aspectos prácticos, ortografía, organización y estructura de las oraciones y párrafos). Expresa claramente el tema y objetivo del ensayo en el primer párrafo del trabajo, resaltando el tema principal e identificando los datos que a su vez establecerán el contexto del ensayo. Esto ubicará el tópico en un ámbito determinado, señalando así los precisos límites del tema. Por ejemplo; “Consideremos tan solo las condiciones ambientales que afectan la escasez de agua, pues no es necesario enumerar las torpezas del gobierno.” En este ejemplo establecemos un tema principal que puede abarcar varios elementos subordinados y en forma definitiva excluimos otros. Ordena los datos en forma lógica y cerciórate de que la fluidez y sentido del desarrollo conduzcan a las conclusiones de modo unívoco. Es decir, que el conjunto de elementos en el desarrollo, nos lleva a las mismas conclusiones. N o se recomienda usar palabras raras, o largas que puedan aburrir al lector, usar un vocabulario extenso en variedad, con fluencia conversacional, y repleto de palabras simples, al terminar puedes solicitarle a alguien que revise tu ensayo.Evitar los párrafos de una sola frase, ya que causan una mala impresión y tienen aspecto de imágenes incompletas. Es mejor presentar un elemento con la primera frase y luego desarrollarlo en el resto del párrafo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario